lunes, 24 de diciembre de 2012

NUTRIENTES: GRASAS III

Hola!
Hoy terminaremos con el apartado de grasas hablando de dos conceptos muy a tener en cuenta en estas fiestas navideñas: ácidos grasos esenciales y grasas trans o hidrogenadas. Allá vamos...

- Ácidos grasos esenciales

Son nutrientes esenciales aquellos que nuestro organismo no es capaz de sintetizar y ,por lo tanto, deben ser incluidos en la dieta. En cuanto a los ácidos grasos nos encontramos dos: linoleico (perteneciente a los omega-6) y linolénico (perteneciente a los omega-3). Las principales fuentes alimentarias son los aceites de semillas (girasol, maíz, etc.) para el primero, y el pescado, algas y aceites de soja, colza  y lino para el segundo. Sin embargo, en nuestro medio es muy extraño encontrar personas con déficit de alguno de estos compuestos, ya que en condiciones normales y con una dieta equilibrada cubrimos todas las necesidades.

- Ácidos grasos trans y grasas hidrogenadas

Como ya vimos en la entrada GRASAS I, la diferencia entre los ácidos grasos saturados y los insaturados es la presencia o ausencia de dobles enlaces. Sin embargo, algunos procesos tecnológicos pueden transformar dichos enlaces en  simples. La industria utiliza estos procesos para modificar las características de los aceites y grasas y adaptarlas a su uso. Se trata de la hidrogenación y la transesterificación.

  • Hidrogenación: consiste en añadir moléculas de hidrógeno a los ácidos grasos insaturados para que rompan los dobles enlaces y se formen otros simples. Por tanto, la grasa inicialmente insaturada pasa a ser saturada. Este proceso se suele realizar de forma parcial, no en todos los enlaces dobles del compuesto, dando lugar a las llamadas grasas parcialmente hidrogenadas.
  • Transesterificación: desde el punto de vista químico los dobles enlaces pueden tener dos configuraciones: cis y trans. En casi todos los alimentos los ácidos grasos insaturados se encuentran en forma cis. Sin embargo, la hidrogenación de grasas puede transformar esta configuración en trans, dando lugar a las denominadas grasas trans.

Los efectos de la grasa hidrogenada y trans sobre nuestro organismo son incluso más perjudiciales que los de la grasa saturada: aumentan el colesterol sanguíneo y LDL, disminuyen el HDL, incrementan el riesgo de enfermedades coronarias...
Por tanto, es recomendable revisar el etiquetado de los productos que consumimos para evitar el exceso de estos compuestos. Incidiremos sobre este aspecto más adelante.



Sin más... ¡FELIZ NAVIDAD!

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