Su función principal es de reserva energética, ya que se utilizan para almacenar energía que nuestro organismo utiliza cuando lo necesita. Todas las grasas aportan alrededor de 9 kcal por gramo y su consumo debe suponer entre el 30-35% de las kcal diarias totales.
Además de la clasificación anterior, existe otra más interesante desde el punto de vista nutricional. Se trata de los ácidos grasos, en los que distinguimos:
- Según su tamaño
- Ácidos grasos de cadena corta
- Ácidos grasos de cadena media
- Ácidos grasos de cadena larga
- Ácidos grasos de cadena muy larga
- Según en número de dobles enlaces
Los carbonos de la cadena que constituye los ácidos grasos pueden estar unidos mediante enlaces simples o dobles.
- Ácidos grasos saturados: solamente tienen enlaces simples. Debido a ello, su consumo excesivo puede aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos. Por tanto, deben representar menos del 10% de las kcal diarias. Las grasas saturadas se encuentran principalmente en alimentos de origen animal. Algunos ejemplos son el ácido butírico (mantequilla), láurico y palmítico (aceite de palma y coco), mirístico (embutidos y quesos madurados) o esteárico (carnes rojas).
- Ácidos grasos insaturados: se encuentran sobre todo en alimentos vegetales. Presentan uno o varios dobles enlaces, distinguiéndose por tanto dos subgrupos:
- Ácidos grasos monoinsaturados: contienen solamente un doble enlace. Pueden ayudar a reducir el colesterol total y el "malo" o LDL, aumentando el "bueno" o HDL. Deben suponer entre el 15-20% de las kcal totales. Pertenece a este grupo el ácido oleico, presente en el aceite de oliva y el de girasol.
- Ácidos grasos poliinsaturados: presentan dos o más dobles enlaces. A este grupo pertenecen los famosos omega 3 y omega 6, de los que hablaremos en próximos post. Los ácidos grasos poliinsaturados pueden disminuir los niveles de colesterol total en sangre. La recomendación de consumo está entre el 5-10% de las kcal diarias. Algunos ejemplos son el ácido linoleico y linolénico, presentes en los aceites de semillas y los frutos secos entre otros.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Como veis, las grasas son un nutriente que debe formar parte de nuestra dieta. Solamente hay que controlar la cantidad y la calidad de las grasas que consumimos.
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