martes, 23 de abril de 2013

NUTRIENTES: FIBRA I

Para terminar con el bloque de los nutrientes hablaremos de la fibra, un compuesto que está muy de moda en nuestros días.

En este campo, la fibra que nos interesa es la dietética o alimentaria, la que ingerimos. Por su composición dicha fibra se engloba en el grupo de los hidratos de carbono. Así, se define fibra dietética como aquellas partes de los alimentos (de origen vegetal) que el organismo humano no puede digerir ni absorber.  Por tanto, llegan intactas al colon. Algunos de estos compuestos son: pectinas, gomas, mucílagos, lignina, celulosa, hemicelulosa, almidón resistente, etc.

La fibra se clasifica en dos tipos:

- Fibra soluble

Pertenecen a este grupo las gomas, mucílagos, pectinas y algunas hemicelulosas. Aunque la mayor parte de alimentos con fibra contienen un porcentaje de ambos tipos, la fibra soluble predomina en frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales (cebada y avena). 
Sus propiedades más destacables son:
- Son fermentadas de forma rápida y completa por la flora bacteriana del colon. Cuanta mayor solubilidad y menor tamaño de partícula, más fermentables. 
- Son solubles, captan una gran cantidad de agua.
- Al contacto con el agua forman geles


- Fibra insoluble

Sobre todo celulosa, pero también algunas hemicelulosas, almidón resistente y lignina. Se encuentra principalmente en cereales integrales, centeno, derivados del arroz, legumbres y frutos secos. Entre sus características encontramos:
- Son resistentes a la degradación bacteriana en el colon, por lo que solamente se fermentan de forma parcial.
- Son insolubles, captan poca agua.
- Forman mezclas de baja viscosidad

Las recomendaciones de ingesta diaria de fibra dietética se sitúan en 25-30 g/día o 10-13 g/1000 kcal consumidas, de los cuales 1/3 debería ser fibra soluble y 2/3 fibra insoluble





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