- Vitamina B1 o tiamina
Entre sus funciones destaca la participación en el metabolismo de los hidratos de carbono para la obtención de energía. Su déficit provoca bradicardia, confusión o una enfermedad llamada beriberi, que ocasiona debilidad muscular, alteraciones gastrointestinales y cansancio. La dosis diaria recomendada se sitúa entre 0,9-1,2 mg, siendo muy importante su aporte diario ya que esta vitamina no se almacena en nuestro organismo.Las principales fuentes alimentarias en las que se encuentra son: cereales, legumbres, frutos secos, carnes, pescados y huevos.
- Vitamina B2 o riboflavina
Interviene en varios procesos metabólicos de nuestro cuerpo. Su deficiencia puede causar inflamación de labios, boca y lengua o alteraciones en la córnea. La recomendación de consumo diario es 1,4-1,8 mg.La vitamina B2 se encuentra en leche y lácteos, vísceras, pescado, huevo y vegetales.
- Vitamina B3 o niacina
Al igual que las anteriores, su actividad está presente en multitud de vías metabólicas. Los estados carenciales pueden causar pelagra, enfermedad caracterizada por causar dermatitis, diarrea, vómitos y delirio. Sin embargo, nuestro organismo es capaz de sintetizar un derivados de la niacina a partir del aminoácido triptófano. La dosis diaria recomendada se sitúa en torno a unos 15-20 mg.Las principales fuentes alimentarias en las que se encuentra la vitamina B3 son vísceras, pescados, harinas y legumbres.
- Vitamina B5 o ácido pantoténico
También en este caso la vitamina ejerce una función metabólica. El déficit no es frecuente, pero dado el caso los síntomas son malestar, calambres, alteraciones gastrointestinales, neurológicas y del sueño.Esta vitamina se encuentra prácticamente en todos los alimentos, principalmente en carnes, huevos y frutos secos. Por tanto, las recomendaciones de consumo no están claramente establecidas.
- Vitamina B6 o piridoxina
Relacionada con el metabolismo de las proteínas su carencia puede causar: dermatitis, vómitos, inflamación de la boca, pérdida de peso, anemia... Al igual que en el caso anterior, su presencia en multitud de alimentos dificulta estados carenciales. La recomendación es de 1-1,2 mg diarios.Los alimentos más abundantes en piridoxina son hígado, legumbres, nueces y plátanos.
- Vitamina B8 o biotina
Está presente en todas las células. Las bacterias intestinales de nuestro organismo la sintetizan, por lo que es muy complicado que exista déficit.La vitamina B8 se encuentra en casi todos los alimentos, sobre todo en la yema de huevo y el hígado.
En la próxima entrada trataremos las tres vitaminas hidrosolubles que quedan: B9, B12 y C, cuya información relevante es más extensa.
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